domingo, 6 de febrero de 2011

DAYBREAKERS (Daybreakers, 2009) 97´



















“Un mundo donde los vampiros mandan y los humanos huyen”

FICHA TÉCNICA

Dirección -Michael Spierig/Peter Spierig
Guión -Michael Spierig/Peter Spierig
Fotografía -Ben Nott
Música -Christopher Gordon
Producción -Chris Brown/Bryan Furst/Sean Furst

INTERPRÉTES

Ethan Hawke (Edward Dalton)
Williem Dafoe (Lionel “Elvis” Cormac)
Sam Neill (Charles Bromley)
Claudia Karvan (Audrey Bennett)
Michael Dorman (Frankie Dalton)
Isabel Lucas (Alison Bromley)

SINOPSIS

En el año 2019 los vampiros dominan el planeta frente a una minoría humana que es exterminada por su preciada sangre. El problema es que la extinción de la raza humana supondría por extensión el fin para los vampiros.

Estupenda cinta que muestra una versión madura del mito de los vampiros, partiendo de un guión que en conjunto ofrece elementos lo suficientemente interesantes como para destacar por encima de la media. La idea de dar la vuelta al tópico de vampiros ocultos entre las sombras en un mundo de humanos permite a los directores australianos jugar a los contrarios.

Pero lo mejor está en el desarrollo visual de la película, con un evidente contraste en el uso de una fotografía de tonos amarillos para mostrar el mundo de los humanos frente al de los vampiros, inundado por una fotografía azulada. La historia está ambientada en un futuro con cierto aire retro que si bien no termina de potenciarse da personalidad suficiente a la historia.

Más allá de ofrecernos una historia entretenida, bien resuelta y plasmada en pantalla con acierto, hay un par de ideas sugeridas como son el duelo padre-hija y la propia agonía inicial del protagonista ante la situación en la que se encuentra que ensanchan las miras iniciales meramente de entretenimiento de la cinta.

Reparto de campanillas a los que los directores no saben exprimir todas sus cualidades. Así destaca un estupendo Sam Neill (algo bastante habitual en el intérprete neozelandés) frente a un Ethan Hawke más monótono en su papel. Entre ambos, Willem Dafoe se limita a cubrir las expectativas, sin destacar.

Un regocijo para los aficionados al género vampírico frente a la moda facilona y empalagosa de cintas como Crepúsculo y sucedáneos.

Escena: El traslado de las criaturas arrastradas por un camión militar hasta la luz solar para su eliminación, plasmada a cámara lenta y con una música que envuelve la secuencia en un aire trágico.

Lo mejor: Una historia madura, entretenida y estupendamente plasmada en pantalla.

Lo peor: La forma de dar con la manera de reconvertir a los vampiros en humanos está cogida con papel de fumar y supone un pequeño traspiés en el por otra parte acertado guión.

Curiosidad: En una época en la que el tabaco está tan mal visto, los directores lo utilizan como icono que acompaña cada aparición de los vampiros (especialmente en la primera parte), dados de manera constante a este hábito.

Valoración: 8/10

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