miércoles, 28 de septiembre de 2011

DYLAN DOG, LOS MUERTOS DE LA NOCHE (Dylan Dog, dead of night, 2010) 107´





"No pulse, no problem”

FICHA TÉCNICA

Dirección-Kevin Munroe
Guión-Thomas Dean Donnelly/Joshua Oppenheimer
Fotografía-Geoffrey Hall
Música-Klaus Badelt
Producción-Tawny Ellis/Harrison Kordestani/Scott Mitchell Rosenberg/Steven Squillante

INTERPRÉTES

Brandon Routh (Dylan Dog)
Anita Briem (Elizabeth)
Sam Huntington (Marcus)
Peter Stormare (Gabriel)
Taye Diggs (Vargas)
Kurt Angle (Wolfgang)
Andrew Sensenig (Rosenberg)

SINOPSIS

Dylan Dog es un detective privado que se dedica a infidelidades y engaños a aseguradoras. Un día es solicitado para un caso que le devuelve a su pasado más oscuro, cuándo trabajaba de mediador entre las razas de la noche, vampiros, hombres lobo y zombies, ocultos y viviendo entre nosotros.

Intento de llevar a las pantallas cinematográficas el tebeo de Tiziano Sclavi, dirigido por Kevin Munroe, experto animador y director de la versión en cine y animada de las Tortugas Ninja de 2007, y que supone un fracaso fundamentado en varios argumentos.

En primer lugar el guión es caótico. Sin basarse en ninguna de las historias del tebeo de Sclavi, parte de una historia original para intentar abarcar en una película toda clase de criaturas y situaciones, lo que evidentemente provoca un maremagno de ideas que es imposible reflejar en cien minutos de metraje. Esto hace que aparezcan y desaparezcan personajes, se tomen caminos que luego se abandonen y se dé una sensación de inconexión total entre escenas.

Munroe contó además con un holgado presupuesto de más de veinte millones de dólares que para nada quedan reflejados en pantalla. A ese respecto tan solo la ambientación de la ciudad está en cierta medida lograda, sin embargo los efectos especiales son muy irregulares y las criaturas tienen un diseño de película de serie Z rematados con unos maquillajes nada aparentes.

El director además transmite su inexperiencia en el cine con actores por su falta de definición. El tono de comedia de chiste fácil y frases tópicas funciona mejor en el cine de animación, sin embargo en este caso da a la cinta un aire infantilizado que la acerca más a series como Embrujadas o Buffy (de quién hay evidentes influencias y no solo en el maquillaje de los vampiros) que a títulos como Constantine (2005), con quien parece querer compararse (ese ayudante calcado al Shia Labeouf de la cinta de Francis Lawrence). Esa falta de experiencia con actores se denota también en lo mal dirigidos que estos están, con un Brandon Routh totalmente inexpresivo y con el resto de intérpretes pasados de vueltas (incluido Peter Stormare).

Tras acabar de ver la cinta a uno le queda la sensación de haber visionado un capítulo doble de las mencionadas serie televisivas Buffy o Embrujadas, con la única salvedad de contar con presupuesto para diez episodios.

Escena: El momento en que Dylan, Marcus y Elizabeth se dirigen en busca de recambios humanos para el segundo a un local clandestino habilitado a tal fín.

Lo mejor: Consigue transmitir por momentos el grafismo del tebeo en que se basa.

Lo peor: Es tal el batiburrillo de ideas plasmadas en el guión que hace no funcione ninguna.

Curiosidad: El personaje de Dylan está inspirado físicamente en el actor Rupert Everett, una petición que Sclavi hizo al dibujante Claudo Villa. Tal vez los más de cincuenta años de Everett hayan imposibilitado protagonizará el mismo la cinta de Munroe.

Valoración: 4/10

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