martes, 4 de junio de 2013

LOS THOMSONS (The Thomsons, 2012) 73´









“Twilight meets Tarantino” 

FICHA TÉCNICA 

Dirección-The butcher brothers 
Guión-The butcher brothers/Cory Knauf 
Fotografía-Matthew Cooke/David Rom 
Música-Kevin Kerrigan 
Producción-Eben Kostbar/Joseph McKelheer/Travis Stevens/Rob Weston 

INTERPRÉTES 

Cory Knauf (Francis Hamilton)
Samuel Child (David Hamilton)
Joseph McKelheer (Wendell Hamilton)
Mackenzie Firgens (Darlene Hamilton)
Ryan Hartwig (Lenny Hamilton)
Elizabeth Henstridge (Riley Stuart)
Daniel O´Meara (Padre Stuart)
Selina Giles (Madre Stuart)
Sean Browne (Cole Stuart)
Tom Holloway (Ian Stuart)

SINOPSIS 

Tras un brutal altercado en una gasolinera la familia Hamilton, quienes ahora se hacen llamar los Thomson, han de separarse para tratar de pasar desapercibidos. Francis llegará de esta manera hasta Inglaterra en busca de ayuda, conociendo a una familia semejante a la suya, los Stuart, y llegando incluso a congeniar sentimentalmente con la hija de estos. Hasta que acaba encerrado en una caja y enterrado varios metros bajo el suelo. 

CRITICA 

Seis años después de Los Hamiltons (2006) la pareja de directores apodada The butcher brothers nos presenta esta continuación que supera a su antecesora en base a un elemento básico. Ya se han sacudido toda capacidad de sorpresa, no tienen que tratar de jugar con la trama, con lo que la película apuesta por una historia donde la explicitud sea mayor, logrando una propuesta más entretenida y ágil. Esta idea se resumen en el principio de que contando más cosas, la nueva película dura diez minutos menos que su precursora. Se nota además la evolución de los directores durante el tiempo transcurrido. 

Siendo igualmente una cinta de bajo presupuesto ha de reconocerse que esta tiene una mejor factura en cuánto a iluminación, fotografía o la propia manera de rodar las secuencias. El guion escrito al alimón entre los directores y el actor protagonista que encarna a Francis Hamilton se aleja radicalmente del concepto de la primera entrega, esto es, cine sosegado, pausado, para mostrar una película más cercana al postulado de cine explícito en materia de terror, derivando en una obra de hora y cuarto que se ve con agrado y deja un buen regusto a pesar de no ofrecer nada nuevo. 

Hay que reconocer igualmente que los actores también se encuentran más cómodos que en el caso de la cinta de 2006 ofreciendo interpretaciones más naturales y menos forzadas. Al igual que ocurría con su predecesora es una lástima que no se haya volcado una subtrama más potente en la pareja de gemelos, los personajes con más sustancia a priori y que acaban siendo relegados a un coprotagonismo anecdótico para una vez más ceder todo el peso dramático a Francis. 

Frente al intimismo de Los Hamiltons (2006) esta vez Los Thomsons se sacude los prejuicios y apuesta por una cinta llena de acción, sangre y erotismo ligth para servir en bandeja un producto fresco y disfrutable. Tal es su intención de romper toda relación con el anterior título que mientras este se desarrollaba prácticamente en su totalidad en la casa familiar, en esta ocasión hay secuencias ambientadas en Paris, Londres o el desierto americano. 

Para disfrutar sin necesidad siquiera de haber visionado Los Hamiltons, los directores se encargan de darte toda la información precisa en este sentido. Sin embargo si es interesante acercarse a ambas obras para descubrir dos maneras totalmente opuestas de contar una misma historia. 

Escena: El disparo accidental de los atracadores a Lenny y sus funestas consecuencias. 

Puntos Fuertes: Es más entretenida que su antecesora y se visiona en un suspiro. 

Puntos Débiles: Redunda en el error de no cargar las tintas en los personajes más interesantes (Darlene y Wendell) para convertirse en un monográfico de Francis, con innecesaria historia de amor incluida. 

Curiosidad: La secuencia en el bar de la gasolinera tiene cierto aire al western de vampiros dirigido en 1987 por la hoy celebre Kathryn Bigelow Los viajeros de la noche, concretamente a la escena en el bar donde el personaje de Bill Paxton utilizaba las espuelas de sus botas a modo de arma. 

La Frase: “Nuestra enfermedad nos hace matar para vivir” (Francis) 

Valoración: 6.25 (Contraposición total a la forma de narrar una película de terror que supuso Los Hamiltons) 





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